Los guaraníes son un grupo indígena que se ubican geográficamente en los países de Sur América tales como Paraguay, parte de Brasil y Argentina los cuales le dieron el nombre al mangle, debido a su aspecto de árboles torcidos. Me llamó mucho la atención un poster que les comparto por esta plataforma, que habla acerca de datos puntuales e interesantes de los mangles y su función en los ecosistemas de humedal y costeros. Si bien es cierto, los árboles de manglar habitan en ambientes altamente frágiles a los cambios exógenos, al mismo tiempo, tienen una gran capacidad de regeneración. Estos árboles también permiten el estadio de muchas especies tanto de hábitos terrestres, acuáticos y arbóreos, siendo el hogar de muchísimas especies, por ejemplo, las raíces facilitan un ecosistema acuático muy variado para diversos grupos de peces, moluscos, crustáceos y otros organismos, mientras que permiten también ser parte del hábitat de una amplia gama de aves, para su apareamiento, alimentación, cría y estadio, así como también de algunos reptiles, anfibios y mamíferos. Los árboles de mangle pueden llegar a medir hasta 40 metros de altura, y tienen la capacidad de soportar altas concentraciones de sal, de hecho al mismo tiempo se les conocen como los riñones del planeta, por su capacidad de filtrar y purificar el agua para mantener un ecosistema en equilibrio.
Lamentablemente a pesar de su importancia, en nuestro país esta vegetación como el ambiente que alberga están en categoría de amenaza ya que han sido perjudicados por procesos de crecimiento poblacional. Algunas de las especies más comunes de encontrar en las ecosistemas de humedal, en algunas áreas del Pacífico son Rhizophora mangle conocido como mangle rojo, Avicennia germinans conocido popularmente como el mangle blanco, y Avicennia bicolor conocido como mangle bicolor, característico de la costa Pacífica. De hecho, Palo Seco es un manglar ubicado en Quepos, el cual debido al turismo y construcciones por actividades antrópicas han amenazado sus límites naturales, en este manglar predomina A. germinans, mientras que A. bicolor es la que se encuentra en menor proporción (Alfaro-Sibaja et al. 2015). Lo menciono por que me parece interesante que, a pesar de el gran impacto e influencia que este ha tenido por la sociedad, su capacidad de conservación y regeneración es sumamente alta y pues quería traerles un ejemplo de algún humedal con estas especies presentes.
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